Mi trayectoria musical empezó en la época de Technotronic, aquel grupo que se hizo famoso a finales de los años 80 y que me despertó la atención sobre la música de baile. Antes no tenía prácticamente ningún conocimiento de cómo hacer música.
Con mi primer ordenador, un Amstrad CPC464, poca música podía hacer, aunque llegué a realizar un piano de lata con una octava a base de pitidos escandalosos. Con ese ordenador se podía hacer música muy buena, pero se requerían grandes conocimientos de programación a un nivel casi de máquina. Un ejemplo de buena música en ese ordenador era la del juego "Dragon's Lair 2".
Después vi todo el potencial que daba el Amiga 500, pero se me quedaba lejos de mi presupuesto. El Amiga 500 era mi sueño, su música precisamente es la base por la cual compongo ahora. Este ordenador no genera sonido, lo que hace es cargar sonidos en formato digital y luego secuenciarlos y reproducirlos.
Luego llegó la tremenda época de Snap, con su "I got the power", nuevos sonidos con ritmos contundentes y pegadizos. En este momento ya tenía un 386 y no tardé en comprar mi primera tarjeta de sonido, una Sound Galaxy. Esta tarjeta no era gran cosa, pero junto con un programa que llevaba que se llamaba Windat realizé mi primer tema en formato Wav.
"James Brown is Dead" de L.A. Style y escrito por Denzil Slemming fue el tema mákina por excelencia que me más me ha impresionado en la vida. De ese tema se derivan muchos proyectos que realicé en formato Wav, pero todavía estaba verde, muy verde.
Estuve mucho tiempo componiendo en Wav y era lo más tedioso que se puede imaginar. Desarrollé un sistema de patterns (trozos de 8 golpes de bombo) que marcaban el ritmo, el resto de los sonidos seguían este pattern maestro con la misma longitud. Estudiando la composición de muchísimos temas dance, establecí un orden ritmico basado en la música bakalao. El bombo o Bass Drum marcaba la pauta normalmente con una diferencia de 0.40 segundos de golpe a golpe, los platos o HitHats medio largos seguían al bombo justo entre bombo y bombo, y los Hithats cortos seguían al bombo al mismo tiempo. El resto de los sonidos eran una derivación de la programación de los primeros dos sonidos.
El sistema anterior mejoró con otra tarjeta de sonido a 16 bits, la SoundManWave de Logitech, así los temas tenían calidad CD, estéreo. Lo malo es que un tema completo ocupaba alrededor de 50 mb. Todavía no existía el MP3.
La época del Speed Hardcore la conocí ya en los noventa gracias a los ThunderDome de Arcade y de importación que trajerón algunos amigos míos. Sonido y ruido contundente, rallante y con un ritmo que no hay quien salga de él, aderezado con bajos monstruosos y efectos por doquier. Los mejores temas que he oído de Speed Hardcore fueron "Fucking Speedloader" de Crepe (ThunderDome V), "One no more time" de Wendy Milan (ThunderDome VI) y también "Happy is Hovos" de Bodylotion (ThunderDome XIII). Después me harté del SpeedHardcore realizando un tema en Wav que se llamaba Fucking in the heaven.
Conocí a un Dj de una discoteca de mi barrio y le gustó mucho los temas tipo Dream y Trance que realizaba (época del trance) y estuvimos incluso en un estudio para realizar un disco, pero nos fallaba la base. En un estudio tienes que mirar de MIDI para arriba, multipistas, sistemas modulares. Mi música no era modular, era secuencial. Con un tema musical en archivo Wave, una vez hecho, poco se puede hacer. Con el chasco del estudio empezé a componer en MIDI, pero no me gustaba el resultado del sonido porque el sonido venía directamente de la tarjeta de sonido (MPU401), la tabla de ondas de la SoundMan estaba bien, pero a un nivel muy básico. La clave estaba en utilizar samplers, sintetizadores, mesas de mezclas, un ordenador secuenciando vía MIDI, y sobre todo un huevo de pelas.
Luego conocí a otro Dj. (Good Nights) que pinchaba en un programa de una radio comunitaria y también se interesó por mi música, trabajando juntos realizamos unos cuantos temas y algunos los pinchámos en la radio, en su programa "El Expreso del sonido".
Hasta que descubrí el potencial del legado del Amiga 500. Si señores, la música MOD, multipistas, sampler, ecualización, edición... y todo en uno.
Con programas como el Fasttraker, puedes "meter" ficheros wav, modificarlos y crear instrumentos con todos los parámetros posibles (panoramas, variaciones de frecuencia, tremolos, vibratos y un sinfín de efectos). Crear un tema musical que no ocupa prácticamente nada ya era posible.
A partir de ese descubrimiento mis posibilidades se dispararon y de hecho tengo más de 140 mb en muestras wav y otras tantas en formato XI (instrumentos) todo ello para trabajar con el Fasttraker. En realidad, el Fasttraker me llevó mucho tiempo para aprenderlo, pero merece la pena sobradamente, y ahora con un Pentium 133, una SB16 y el Fasttraker realizo mi música.
Las tendencias actuales de mi música están evolucionando a una fusión de todo lo que hecho hasta ahora, centrándome más en la calidad y en la programación. Es dificil crear un estilo musical nuevo, realmente creo que no hay ningún estilo que no se haya fijado, aunque sea en lo más mínimo, de otro estilo. El bakalao is death.
Con más de 100 temas pendientes de hacer y otros tantos que estoy haciendo, la verdad es que no me aburro.